La Biblioteca Regional de Murcia, en colaboración con el Instituto Polaco de Cultura, Asociación de Polacos en España “Aguila Blanca” y el Consulado Honorario de la República de Polonia en Murcia inaugura la exposición “Chopin. Nocturnos” del autor polaco Wojciech Siudmak, comisariada por Malgorzata Kierzkows. La exposición, que coincide con el año de la celebración del XVIII Concurso de Piano Fryderyk Chopin en Varsovia, se podrá visitar en la Biblioteca Regional de Murcia del 10 de Noviembre de 2021 al 10 de enero de 2022.
WOJCIECH SIUDMAK
Pintor y escultor polaco, nacido en 1942, en Wieluń (Polonia). Desde 1966 vive y trabaja en París. Siudmak es un magnífico creador del realismo fantástico en la pintura. Ciudadano de honor de la ciudad de Wieluń, así como de las ciudades Ozoir-la-Ferrière y Saint-Thibault-des-Vignes, en Francia. A lo largo de su carrera, obtuvo numerosos premios y galardones por su obra. Entre otros, recibió, en París, la Orden del Mérito de la República de Polonia (marzo, 1999) y la Grande Medaille d’Or avec Plaquette d’Honneur de la Academia de Arts-Sciences et Lettres (junio, 2013), además de la estatuilla Hipólito de Oro (agosto, 2014) y, recientemente, la Estatuilla Oxigenus, en Poznań. En Polonia le conocen todos los lectores de la revista “Fantastyka” y, desde 2004, también es conocido por los admiradores de la obra de Frank Herbert y Philip K. Dick, por ser el autor de originales ilustraciones de las ediciones bibliófilas de estos autores, publicadas por la editorial REBIS. En 2014 se publicó la primera parte de “Don Quijote”, de Miguel de Cervantes, con los dibujos del artista. En diciembre de 2015, la casa editorial REBIS publicó el séptimo álbum titulado SIUDMAK, y dedicado a la obra del artista.
La primera gran exposición retrospectiva del autor tuvo lugar en el Palacio de Tokyo del Museo del Arte Moderno de París, en 1989. En 1999 se llevó a cabo otra exposición muy prestigiosa en la mítica torre de Eiffel, símbolo de París y de Francia, dando la bienvenida al nuevo milenio. Por iniciativa del artista, en 2002, nació la Fundación Siudmak Arkana XXI. Ese mismo año, Siudmak creó el “Proyecto Mundial de la Paz”. Así, la escultura titulada “El amor eterno”, monumento inaugurado en Wieluń (agosto 2013), puede ser considerada como el símbolo de este proyecto. En 2012, el artista fundó entonces el Premio de la Paz, otorgándose, por primera vez, al compositor polaco Wojciech Kilar, en la Filarmónica Świętokrzyska de Kielce (septiembre 2013). Wojciech Siudmak es, actualmente, uno de los pintores polacos más conocidos en el mundo.
REFLEXIONES SOBRE LOS NOCTURNOS DE CHOPIN, MÚSICA Y PINTURA
“El denominador común entre la manera en la que Chopin expresaba sus experiencias espirituales en los nocturnos y las inspiraciones tomadas de los nocturnos en mis dibujos es lo inesperado de las medidas que presentan. Chopin conocía las medidas clásicas de la arquitectura de la forma, pero usaba la melodía, sobre todo también la armonía, de manera nueva e inesperada. En sus obras domina una armonía extraordinaria, algún orden cósmico fascinante. La creación de secuencias a través de la agrupación de frases en la obra de Chopin no está hecha de manera algebraica, como en las piezas de Mozart, sino de manera intuitiva, marcada de emociones y una armonía maravillosa.
Mis cuadros también contienen lo que es real, pero sus elementos se componen de tal forma que hacen referencia a otros significados, a experiencias personales y al ámbito surreal de la imaginación, denominado también como realismo fantástico. La realidad se percibe a través de un filtro de la mirada del artista que propone su visión personal. El concepto del realismo se refiere al ámbito irreal, estado extraordinario, área de sueños, que por supuesto está en oposición a ese concepto del realismo. El término «fantástico» para el artista es una justificación de la visión surreal que presenta mientras mantiene todas las apariencias de la visión realista.
En la música de los nocturnos de Chopin podemos percibir toda una gama de emociones – del amor al presentimiento de la muerte, a desesperación, queja, melancolía y «abatimiento» que según las propias palabras del compositor caracterizaba a su música y, sobre todo, a sus nocturnos. Ese mundo de las experiencias de Chopin está demostrado a través de su elección de la tonalidad. Fue un sistema de expresión descrito por Ch. F. D. Schubart (Ideen zu einer Ästhetik der Tonkunst). Un ambiente parecido existía en la época del barroco cuando los elementos realistas convencionales se marcaban con determinados símbolos por lo que se crearon los motivos vanitas, hoy en día prácticamente imposibles de captar. Lo que se quedó fue la belleza de la obra y una técnica de ejecución llevada a la perfección.
La tonalidad do sostenido menor reflejaba por ejemplo una queja de un amor insatisfecho, re bemol mayor – el sufrimiento y éxtasis, la bemol mayor – la muerte y mi bemol mayor – el heroísmo, amor y oración porque contiene el número tres (bemoles). Se puede apreciar también unas modulaciones inesperadas, disonancias, melodías ornamentadas, contrastes dinámicos y de expresión, emparejamiento entre lo lírico y lo dramático, entre lo sencillo y lo sofisticado.
Los medios usados en mis dibujos están también orientados a la semiosis y se interpretan de maneras distintas y ambiguas, no a título ilustrativo. Quiero abrir la puerta a ese gigante espacio de la imaginación donde cada interpretación tiene su sentido y enriquece la recepción de la música con divina proporción y armonía cósmica. Para el pintor y el compositor es importante mostrar cierta rebeldía, una lucha existencial – con el pasado de la vida y del arte.”