Conferencia “El amor y la soledad en nuestro mundo actual”, por Esteban Ortiz, psicoanalista y terapeuta de grupo.
A lo largo del siglo XX se han producido en Occidente transformaciones sociales muy intensas. Los valores de la individualidad (libertad, autonomía y autorrealización) se han convertido en los valores dominantes para amplias capas de la población. La vivencia del amor se ha visto afectada de un modo muy poderoso, hasta el punto de que, según algunos autores, vivimos en la “ideología del amor” o en la “religión del amor”. El anhelo de amor se ha convertido en un deseo muy potente para la población occidental. A la par que crece este anhelo de amor la fragilidad de las parejas, el sufrimiento amoroso y la soledad afectiva se extienden de modos muy significativos. Nunca antes en la historia tanta gente ha vivido, voluntariamente, sola. La soledad se convierte en algo buscado y, a la vez, en algo muy temido. Nunca antes tanta gente ha gozado de tanta libertad. Pero el precio que pagamos es una mayor sensación de fragilidad y aislamiento. Más libres pero, también, más solos.
Ante este panorama, el amor se idealiza pues promete redimirnos de nuestro aislamiento y soledad. Y, paradójicamente, al idealizarlo, al exigir que resuelva nuestras angustias existenciales, lo volvemos más frágil. La fantasía de que el amor nos salve de la soledad y del sinsentido, que nos vuelva mejores o que acabe con nuestros sufrimientos, nos hace proclives a la decepción.
Como alternativa, surgen nuevas formas de vivir el amor, muchas de ellas más flexibles, más fluidas, menos comprometidas. Lo que algunos autores han llamado el amor posmoderno.
