El Sol y la Luna no siempre han habitado en el cielo. Hace mucho, mucho tiempo, ambos vivían juntos en una gran casa sobre una colina rodeada de un bonito jardín. Nunca se había visto casa tan extraña como aquella en toda la región. Quizás por eso era tan visitada.
El Sol y la Luna formaban una pareja muy alegre y simpática y por ello tenían muchos amigos. Les gustaba organizar fiestas y meriendas en su casa de la colina. ¡Raro era el día en que no tenían algún invitado! Todos ellos venían acompañados de algún familiar o amigo, pues nadie quería perderse las fiestas del Sol y la Luna.
Programación Sábados de febrero
60 plazas, niños de 3 a 9 años.